Co a brisa do norte - Con la brisa del norte
Autor Primitivo Oliva Fernández
“¿Qué desagravio exigen...
| Fecha de Publicación | 04/07/17 |
| Peso | 3,60 MB |
| Medidas | 130 x 210 mm |
| Cantidad de Páginas | 116 |
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“¿Qué desagravio exigen
tus aguas indignadas?
¿Qué frenesí homicida
hace latir tu pecho
a costa de la muerte?”
“Allí las oquedades
trazadas por los dedos de las olas
son órganos de viento,
es el mar quien les toca,
y la charla del agua con la piedra
tiene la voz de extensas caracolas.”
“… gallos que con su canto deletrean
el nombre de las horas
subidos en el borde de la aurora.”
“Desde lejos sentí su vertical
magnetismo oteando horizontales
superficies de bruma en el océano,
la desnudez con piel de piedra
que sumerge, en días luminosos,
la imagen de su altura bajo el agua…”
“¿Quién dijo que las piedras son entidad sin vida,
taciturnas, distantes…
si en “Santa Tecla” evocan emociones lejanas
y difunden latidos de cultos ancestrales?”
tus aguas indignadas?
¿Qué frenesí homicida
hace latir tu pecho
a costa de la muerte?”
“Allí las oquedades
trazadas por los dedos de las olas
son órganos de viento,
es el mar quien les toca,
y la charla del agua con la piedra
tiene la voz de extensas caracolas.”
“… gallos que con su canto deletrean
el nombre de las horas
subidos en el borde de la aurora.”
“Desde lejos sentí su vertical
magnetismo oteando horizontales
superficies de bruma en el océano,
la desnudez con piel de piedra
que sumerge, en días luminosos,
la imagen de su altura bajo el agua…”
“¿Quién dijo que las piedras son entidad sin vida,
taciturnas, distantes…
si en “Santa Tecla” evocan emociones lejanas
y difunden latidos de cultos ancestrales?”
A Primitivo Oliva Fernández, 1954, Robledo del Mazo (Toledo), leer versos siempre le produjo gran deleite y seducción, aunque jamás pensó poder hacer un poema, tal era el respeto que su admiración por quienes escribían poesía guardaba. Por ello su primera vocación fue la pintura, afición que le servía, más bien, para obsequiar a familia y amigos.
El trabajo y la dedicación necesaria al cuidado de los hijos hicieron que los pigmentos quedaran relegados al olvido. Pero tanta lectura y degustación de los versos escritos por poetas ilustres habían estimulado un “gusanillo” estético que imitando al de la mariposa, tras la clausura de los pinceles, resurgió en inquieto lepidóptero que al revolar sobre algún folio describía trazos de rimas, hipérboles, metáforas… Así fue reemplazado pincel por lapicero y lienzo por papel.
En Móstoles (Madrid), animado y aconsejado por el escritor y bibliotecario D. Francisco Fdez. Martí, comenzó, ya tardíamente, a desnudar el alma de sentimientos y emociones para, sobre el papel, vestir con esas prendas la palabra. Pertenece a la directiva de la Asociación Española de Amigos de la Poesía (ASEAPO) y está asociado al grupo Versos Pintados del Café Gijón (Madrid) y la Unión Nacional de Escritores de España.