Cuento leve de una bruja
Autor Cayo TristanielloCuentan que cuentan, y nunca acaban, que en la buhardilla de un viejo castillo,...
Fecha de Publicación | 25/06/15 |
Medidas | 210 x 297 |
Cantidad de Páginas | 28 |
¿Desea comprar este Libro?
Cuentan que cuentan, y nunca acaban, que en la buhardilla de un viejo castillo, cerca, muy cerca del mar, habitaba la bruja Perilaca.
Cayo Tristaniello
Cayo Tristaniello (19241972) nació en Galera, Granada, y se formó entre Guadix y la capital. Por entonces no era Cayo, sino Pepe Sánchez Merino, tercero de los siete hijos del teniente de alcalde. Su madre le quiso abogado por bien saber mentir pero él siguió su propia religión y empezó a ser Cayo a través de la literatura, de la crítica teatral, de la radio y, sobre todo, de la mano de Lorca, al participar en el primer y valiente homenaje escrito que se le hizo en España, en la revista Sendas, que dirigía Julio Alfredo Egea, apenas diez años después del asesinato del poeta.
El otro manantial creativo de su juventud fue, sin embargo, el Kert magrebí, donde vivió durante algunos años que se dejaron sentir en sus poemas. En Granada su alma rifeña y en el Rif su alma granadina dieron de sí la mayor parte de la creación poética de Cayo que se conserva publicada ("Sonata salvaje. Sonata apasionada", "La sombra del ciprés", "Cuento leve de una bruja…").
Cayo Tristaniello (19241972) nació en Galera, Granada, y se formó entre Guadix y la capital. Por entonces no era Cayo, sino Pepe Sánchez Merino, tercero de los siete hijos del teniente de alcalde. Su madre le quiso abogado por bien saber mentir pero él siguió su propia religión y empezó a ser Cayo a través de la literatura, de la crítica teatral, de la radio y, sobre todo, de la mano de Lorca, al participar en el primer y valiente homenaje escrito que se le hizo en España, en la revista Sendas, que dirigía Julio Alfredo Egea, apenas diez años después del asesinato del poeta.
El otro manantial creativo de su juventud fue, sin embargo, el Kert magrebí, donde vivió durante algunos años que se dejaron sentir en sus poemas. En Granada su alma rifeña y en el Rif su alma granadina dieron de sí la mayor parte de la creación poética de Cayo que se conserva publicada ("Sonata salvaje. Sonata apasionada", "La sombra del ciprés", "Cuento leve de una bruja…").