Ruy López de Segura es un sacerdote que se revela como un sensacional jugador de ajedrez. Su fama como tal empieza a traspasar fronteras y Felipe II ve en él la demostración de la superioridad intelectual de los españoles sobre el resto de los pueblos.
Pero la corte española en esos momentos no es un lugar precisamente tranquilo ni seguro. Su secretario, Antonio Pérez, comienza una relación extramatrimonial con la princesa de Éboli ante la desaprobadora mirada de monseñor Mateo Vázquez, un sacerdote de incierto origen y que intenta posicionarse para influir lo máximo posible en las decisiones del monarca.
La revuelta en Flandes se ha convertido en un problema que exige una solución. La batalla contra los turcos para controlar el Mediterráneo es ya solo cuestión de tiempo. Por otro lado, el hermano bastardo del rey, Juan de Austria, sabedor de que también corre sangre real por sus venas, aspira a tener un reino.
Intrigas palaciegas, relaciones amorosas y todo tipo de pasiones tendrán su momento y lugar para hacer aparición. Y Ruy López, en su condición de confesor, tendrá conocimiento de las poderosas y ocultas fuerzas que luchan para determinar el rumbo del país.
Inquisidores, nobles, militares y escritores de la época formarán parte de un cuadro de lo que fue dicho momento en la historia de España.