.Con este libro de semillas no he pretendido sembrar nada, ni siquiera me interesa si están verdes o secas. Lo que verdaderamente me importa es el temblor que en tus manos sientas al imaginar el latido de su procedencia.
La semilla es la lucha constante de toda naturaleza, la plenitud deseada, la apoteosis final, la ansiada meta, el tesoro a proteger, la finalidad del existir.
Porque en todo poema-árbol-planta son imprescindibles, las raíces, el tronco, las ramas, las hojas, las flores, pero su finalidad solo tiene un porqué: dar forma y proteger la semilla-historia, que, en definitiva, es el alma de toda realidad.
Te regalo este puñado de semillas, no para que esperes a ver qué brota de ellas, sino para que las mastiques y saborees la sencillez con la que lo mínimo te descubre grandezas.

Juanjo Luna