En Guadalcanal, su abuela Rafaela le contaba cuentos e historias en su niñez, plantando la semillita que comenzó a brotar a sus cincuenta y tantos, cuando empezó a escribir relatos y cuentos para niños.
Amante de los animales, cuya temática gira en torno a todos sus cuentos, nos enseña de una manera simpática y cariñosa vivencias y formas de vida sencillas y divertidas.
Sus nietos son su inspiración y gusta de contarles sus cuentos mientras la escuchan con ojos atentos.