COOKIES

Utilizamos cookies para asegurar una mejor experiencia de usuario en nuestro sitio web.
Si continúa utilizando este sitio asumiremos que está de acuerdo.

Cuando me escribas el mar

Autor Ismael Alonso Álvarez

Casio Trejo no sirve para nada. O eso le repiten con insistencia. Este inútil...
Fecha de Publicación 20/11/23
Peso 2,00 MB
Medidas 140 x 210 x 10
Cantidad de Páginas 258


¿Desea comprar este Libro?

17,00 € Edición Papel 978-84-19404-97-8
7,00 € Pdf  
Casio Trejo no sirve para nada. O eso le repiten con insistencia. Este inútil en ocasiones ilustrado, que vive ajeno a la voluntad y ama sin pasión a diversas mujeres, se dedica a oficios inverosímiles para matar el tiempo. Un golpe de suerte le acerca la fortuna de manera inesperada sin que su familia, que lo detesta, se dé cuenta de la oportunidad. Guiado por el recuerdo de las palabras de su padre, regresa cuando no sabe qué hacer al pueblo de su infancia movido por el afán de escribir y de «contarlo todo, absolutamente todo». Allí conoce a tres curiosas ancianas, a una enfermera cuando su salud empieza a flaquear y a una prima lejana que comienza como juego de ficción y acaba desencadenando la última aventura del protagonista.
Ismael Alonso Álvarez
Ismael Alonso Álvarez (Fuente el Olmo de Íscar, Segovia, 1974) es licenciado en Ciencias de la Información y en Filología Hispánica. También ha iniciado estudios de Filosofía. En estos momentos, ejerce como profesor de Lengua Castellana y Literatura en un instituto madrileño. Antes de su etapa docente, ha trabajado en diversos medios impresos como Diario 16, Cambio 16 o Paisajes desde el tren. Ha publicado las novelas "Algún día" (2010), "La hija de la lluvia" (2011), "Tierra eres" (2013), "Devuélveme la muerte" (2016), "Las voces del páramo" (2018), la novela juvenil "Llámame sombra" (2019) y los poemarios "De la luz y otras ausencias" (2014) y "Templanza y delirio" (2021), todos editados por Bohodón Ediciones. Algunos de sus textos han sido premiados en diversos certámenes literarios. El autor no concibe su vida sin la lectura ni la escritura, por lo que pide perdón a quien considere que estas actividades son propias de un desaliñado extraterrestre.