El jefe de estación de tren y el niño
Autor Pedro Pérez Segura
El jefe de estación de tren de Montseny lleva años custodiándola...
Fecha de Publicación | 21/06/21 |
Peso | 1,90 MB |
Medidas | 150 x 210 x 9 |
Cantidad de Páginas | 138 |
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El jefe de estación de tren de Montseny lleva años custodiándola. Con 54 años, divorciado y sin hijos, siempre le quedó la tristeza de no tener descendencia, y cada cierto tiempo, coincidiendo con ciertas estaciones del año, su melancolía vuelve a acentuarse. Aunque amable, y comunicativo, y que conoce a bastante gente de Palautordera, es un ser solitario.
Cada cierto tiempo, la escuela del pueblo organiza salidas culturales en tren para sus alumnos. Él vigila a los niños y les dice cosas amables; especialmente a uno, Armand, con el que habla más y al que ha cogido especial cariño.
Un día que los niños, vigilados por el jefe de estación de tren y las profesoras, juegan en el andén mientras esperan un tren que los lleve a la ciudad, ocurre un desgraciado accidente…
Cada cierto tiempo, la escuela del pueblo organiza salidas culturales en tren para sus alumnos. Él vigila a los niños y les dice cosas amables; especialmente a uno, Armand, con el que habla más y al que ha cogido especial cariño.
Un día que los niños, vigilados por el jefe de estación de tren y las profesoras, juegan en el andén mientras esperan un tren que los lleve a la ciudad, ocurre un desgraciado accidente…
Pedro Pérez Segura
El autor vive actualmente en Galicia, aunque durante algunos meses en Barcelona. La ciudad portuaria, comercial, y de diseño, con su historia, es donde nació, y el pueblo de Sta. Mª de Palautordera, donde ha vivido parte de su infancia, y adolescencia, lugar en que se desarrolla este relato. Y en la comunidad autónoma norteña, verde, lluviosa, y ancestral, perfecciona más su oficio de escritor. Tiene una casa, pero va a menudo con su Volkswagen descolorido, y zarandeado, donde escribe, lee, y observa el paisanaje, y come cuando tiene oportunidad los alimentos proteicos galaicos, cuando puede habla con alguno de sus habitantes, y en algunas noches calurosas veraniegas duerme frente al plateado, y terso estanque. Para nuestro escritor, el lenguaje es el vehículo de la razón, siempre ha sido muy receptivo a las palabras. Considera que el lenguaje es lo que nos hace más conscientes: pensar, recordar, imaginar, buscar soluciones.
El autor vive actualmente en Galicia, aunque durante algunos meses en Barcelona. La ciudad portuaria, comercial, y de diseño, con su historia, es donde nació, y el pueblo de Sta. Mª de Palautordera, donde ha vivido parte de su infancia, y adolescencia, lugar en que se desarrolla este relato. Y en la comunidad autónoma norteña, verde, lluviosa, y ancestral, perfecciona más su oficio de escritor. Tiene una casa, pero va a menudo con su Volkswagen descolorido, y zarandeado, donde escribe, lee, y observa el paisanaje, y come cuando tiene oportunidad los alimentos proteicos galaicos, cuando puede habla con alguno de sus habitantes, y en algunas noches calurosas veraniegas duerme frente al plateado, y terso estanque. Para nuestro escritor, el lenguaje es el vehículo de la razón, siempre ha sido muy receptivo a las palabras. Considera que el lenguaje es lo que nos hace más conscientes: pensar, recordar, imaginar, buscar soluciones.